Inicio LO DESTACADO Los retos de Xiomara

Los retos de Xiomara

394
0

Honduras tendrá nuevo gobierno a partir del 27 de enero 2022 y a las puertas de asumir el mandato popular, la presidenta electa Xiomara Castro y sus colaboradores, no pueden perder tiempo en debates superficiales, heredan un país en multicrisis y desde ya su equipo de transición debe no solo enfocarse en un diagnostico situacional, a la par corresponde acompañarse de propuestas concretas para priorizar y atender de manera urgente la problemática social, política y económica del país. 

Si bien ya el gabinete de transición ha identificado siete aspectos de interés (empleo, reactivación económica, atención al agro, deuda externa e interna, revisión del presupuesto y gasto corriente, inversión pública y combate a la corrupción), esta es una situación global que deberá irse trabajando en la medida que se vayan enfrentando de manera estratégica retos prioritarios que a nuestro criterio, pueden ser la base del éxito para la nueva gestión.

El primer gran reto es de carácter organizacional y es tener la visión para estructurar un gabinete de gobierno capaz de jugar un rol fundamental como equipo de trabajo, una administración pública moderna y efectiva, sujeta al Estado de Derecho que asuman con firmeza el compromiso de dar respuestas a las demandas sociales. Un gobierno integro, respetuoso del imperio de la ley, cuidadoso de los bienes y recurso estatales.

En este sentido lo ideal es ubicar a la gente correcta en los diferentes puestos gubernamentales, hombres y mujeres con habilidades y destrezas técnicas, expertos en cada materia con méritos y experiencia suficientes para ejercer como servidores públicos.

El segundo reto; redefinir estrategias urgentes para tres áreas en declive; salud, educación y seguridad. En salud para el caso, hoy la crisis es más aguda que en años anteriores, en medio de la pandemia, mal atendida por cierto, las autoridades del ramo no han sabido dar respuestas a las dificultades hospitalarias, a la falta de atención médica especializada, la permanente escasez de medicamentos y a los abusos en el presupuesto asignado (todavía el caso de los hospitales móviles y las compras sobrevaloradas permanecen engavetados).

En educación por su parte deberían venir cambios radicales, el confinamiento hizo retroceder la ya limitada calidad educativa y extendió la brecha entre la escuela pública y la privada, el retorno seguro a las aulas en los diferentes niveles plantea un reto mayúsculo para un sistema con infraestructura en deterioro, escuelas uni-docentes, limitada cobertura y acceso, falta de actualización en el proceso pedagógico y bajos niveles de inversión por mencionar algunos factores que agudizan la ingobernabilidad del sector. (En este tema en particular, este servidor presentará en breve una propuesta orientada a dinamizar la enseña mediante la innovación y la formación docente)

Finalmente, en el componente de seguridad deben también tomarse decisiones concretas, el panorama actual presenta a instituciones que como la policía y el ejército duplican en presupuesto asignaciones para sectores urgentes sin resultados visibles. Decir que Honduras es un modelo al mundo en materia de seguridad es faltar a la verdad, basta con hacer referencia los altos índices de violencia, feminicidios y muertes múltiples entre otros delitos

El tercer reto es el económico, gobierno tras gobierno se han venido dilatando esfuerzos en estrategias y políticas poco productivas que lejos de favorecer a los más pobres más bien agudizaron su crisis y aquí algunos ejemplos; se congelaron salarios, recortes masivos de personal en el sector público y privado, se incrementaron los impuestos, el gobierno bajó su gasto público en inversión e incrementó su gasto corriente, desaparecieron las alternativas de pleno empleo y en su lugar promocionaron con bombos y platillos el trabajo por hora, sin beneficios laborales y con ingresos mensuales por debajo del salario mínimo vigente. Lo anterior por supuesto impacta en los que menos tienen.

El cuarto reto es frenar la migración, son al menos 400 los hondureños que a diario abandonan el país de manera irregular en busca de mejores opciones, unos se quedan en México y otros se arriesgan en la travesía rumbo a Estados Unidos, las causas son las mismas, van huyendo de la pobreza, la inseguridad, la falta de oportunidades laborales, de la crisis económica y social. En este sentido se necesita de un gobierno con rostro humano que devuelva a sus ciudadanos la esperanza de prosperar en su tierra.

Finalmente, el combate a la corrupción, el quinto reto, pero no el menos importante, este flagelo se ha visto fortalecido en la última década por dos factores; el primero; instituciones débiles y este es quizás el “talón de Aquiles” de la política anticorrupción pues hay muy poca o nula credibilidad en el trabajo de organismos como la Corte Suprema de Justicia (CSJ), el Tribunal Superior de Cuentas (TSC), y el Ministerio Público (MP), que por su naturaleza, debieran ser los abanderados de la auditoria,  la investigación y posterior  judicialización de aquellos que sacan ventaja de los recursos públicos.

El segundo factor es el control de la información, este es uno de los cuestionamientos que interna y externamente se le hacen al país en la medición de los niveles de corrupción, se trata de la imposición de figuras legales contrarias a las normas de transparencia, leyes que no permiten a los entes investigadores acceder a información confiable y oportuna porque están protegidas bajo criterios de secretividad que en nada abonan a la lucha contra la impunidad.

Son muchas las responsabilidades que asume la señora Castro e igualmente amplias las expectativas sociales, el secreto, si la presidenta electa me permite el consejo, debe estar en su obligación primaria de garantizar el estricto cumplimiento de la ley, pero también de someterse a ella como el marco regulatorio que le establece los límites para ejercer el poder, de eso dependerá al final de su mandato, la satisfacción o el descontento de la población.

aldoromerohn@gmail.com/@aldoro