A primera vista, el NGT Cargo se parece mucho al tren de alta velocidad alemán ICE 4, pero llama la atención lo pequeño que es el parabrisas de la locomotora. El motivo es que la ventana no es más que decoración, ya que el tren funciona de forma completamente automática.
En el Centro Aéreo y Espacial de Alemania (DLR) se investiga en el transporte del futuro, ya sean aviones, automóviles o trenes.
Trenes del futuro
Investigadores de distintas instituciones presentaron hace poco sus ideas, y entre ellas estaba el posible tren de mercancías del futuro, el NGT Cargo (http://dpaq.de/EfnuH).
“En la actualidad, los trenes de carga son demasiado inflexibles y caros”, afirma Gregor Malzacher, que colabora en el proyecto desde hace tres años. El NGT Cargo fue desarrollado para resolver este problema: las empresas que quieran transportar productos podrán alquilar vagones individuales mediante una aplicación.
La ubicación dará igual, porque los vagones no estarán en un único lugar físico, sino que funcionarán de manera similar a los servicios de uso temporal de vehículos (“carsharing”).
En un plazo de unas pocas horas, el vagón se trasladará sin locomotora hasta una estación de carga donde los productos serán subidos a bordo de forma automática.
Planes
“Si hay varios vagones que tengan que hacer el mismo trayecto, se conectarán de forma autónoma entre sí y conformarán un tren”, explica Malzacher. Entonces se sumaría la locomotora, que permitirá alcanzar velocidades de hasta 400 kilómetros por hora.
El elevado grado de automatización ahorra mucho tiempo y dinero, asegura Malzacher. Los trenes podrían programarse mucho más seguido porque se reducen los intervalos de seguridad. Además, el tráfico automatizado sobre las vías es más seguro que el actual.
Para garantizar esto último, los investigadores del DLR hacen pruebas con un simulador virtual al que suben a auténticos conductores de trenes.
Futuro
Mediante análisis del campo visual se analiza qué factores distraen al ser humano en determinadas circunstancias y, por tanto, qué podría hacer mejor la máquina.
En el futuro, el conductor podría dejar el control en manos del propio tren. Ni siquiera tendría que estar en la locomotora, sino que, por ejemplo, un conductor podría vigilar cinco o seis trenes desde un centrol de control.
Uno de los problemas que surge de esta visión es cómo mantener al vigilante atento durante horas si él mismo no participa activamente en la conducción. El DLR también busca respuestas para ello.
Otro punto importante de las investigaciones es la conexión en red con otros medios de transporte. “No pretendemos acabar con el tráfico en las calles”, dice Malzacher.
Por ejemplo, para llegar al domicilio del cliente final hacen falta transportes y camiones, pero también en este caso se investiga en la automatización como concepto clave.
En opinión de Malzacher, los avances técnicos y científicos progresarán lo suficiente como para que trenes y camiones automáticos puedan circular ya en Alemania en 2030. Pero otra cosa son las regulaciones y las condiciones generales para su circulación, que podrían tardar más tiempo en llegar.