La innovación en el periodismo es hoy una realidad que no admite discusión, la revolución tecnológica, marcada por la omnipresencia de la IA, está redefiniendo no solo la forma en que se generan y distribuyen las noticias, sino también las expectativas de una audiencia cada vez más exigente en términos de calidad periodística y transparencia informativa.
2023 fue un año de múltiples desafíos en materia de periodismo y medios, desde el deterioro de la confianza del público en las noticias, pasando por la inmediatez y saturación de contenidos en redes sociales hasta la exploración de herramientas de IA en las salas de redacción como alternativa para profundizar y sintetizar el trabajo en textos, datos, audios e imágenes y que seguirán vigentes en 2024,
En esta era de la digitalización el buen periodismo se ve obligado a incrementar sus capacidades con un impacto potencial de cara a retos significativos, la reinvención en la forma de producir, divulgar y consumir noticias se enfrentará en 2024 en una férrea lucha contra la simplicidad de la retórica superficial, la rutina informativa, el escándalo sensacionalista y el agotamiento informativo.
Tal y como lo hicimos a inicios de 2023, este nuevo informe analiza los factores de competitividad y calidad que deben tener en cuenta tanto los medios de comunicación tradicionales como los alternativos digitales, destacando además cómo las audiencias modernas demandan un periodismo de calidad y mayor transparencia informativa. Estos son los grandes retos del nuevo año.
- La audiencia prefiere las redes sociales para informarse.
En los datos presentados por la encuesta de Digital News Report 2023, a la pregunta sobre ¿Cuáles son las principales fuentes de noticias? 55 de cada 100 consultados definieron a las redes sociales y motores de búsqueda como las preferidas, un elemento destacable, es que los grupos más jóvenes consumen menos medios de comunicación tradicional y más plataformas.
You Tube, Tik Tok e Instagram son cada vez más importantes para las noticias debido a su alto componente visual mientras que Facebook va perdiendo influencia, por otro lado “X”, antes Twitter, es utilizada por una minoría en los países en comparación con las anteriores influenciada por ser considerada una red de confrontación.
2. Cada vez menos personas ven, oyen o comentan noticias.
Los datos de la misma encuesta y que serán publicados en una nueva edición a inicios del año, muestran que la proporción de personas que leen, ven, comparten noticias o publican comentarios sobre ellas en público va en disminución principalmente en los países con sistemas políticos polarizados.
3. Desconfianza en las agendas mediáticas.
Este es un dato preocupante para las organizaciones de periodistas y de defensa de la libertad de prensa, porque a nivel de los países latinoamericanos, mucha gente sospecha que los medios imponen u obligan a los periodistas a cubrir las noticias de una manera que favorezca agendas particulares, de allí la preferencia del público por las redes sociales o los medios alternativos. Según el DNR/2023, esto pasa incluso en países como Brasil, Estados Unidos y el Reino Unido.
4. El desafío de la calidad informativa.
Seguirá siendo un punto de incesante debate partiendo de la opinión manifiesta de las audiencias cuyas demandas parecen no estar del todo satisfechas y es aquí donde aparecen visibles diferencias que distinguen la ruta del trabajo entre la información demagógica y un ejercicio más auténtico sustentado en principios como la investigación, la verificación y la transparencia de los datos.
Con el auge de las noticias falsas y la competencia feroz por la audiencia, algunos medios se han entregado a la tentación de publicar información sin verificar (mal llamada noticia en desarrollo), esto representa una seria amenaza no solo para la integridad del periodismo sino también para la confianza del público en los medios y periodistas.
5. La Inteligencia Artificial, aliado poderoso.
Las herramientas de IA están potenciando las diversas facetas de la profesión periodística por la capacidad de automatizar tareas rutinarias, como la recopilación y análisis de datos que libera a los profesionales del periodismo para centrarse en investigaciones o trabajos más profundas y con narrativas creativas, sin embargo, es crucial subrayar la importancia de un uso ético y responsable de esta, la intervención humana en la toma de decisiones editoriales y la supervisión constante son esenciales para prevenir sesgos y garantizar que la información proporcionada sea precisa y equilibrada. La IA, por lo tanto, actúa como una herramienta potenciadora, pero no debe reemplazar la esencia humana del periodismo.
6. Periodismo fundamentado en Datos.
La importancia de un periodismo basado en datos concretos en lugar de meras especulaciones se vuelve imperativa para mantener la integridad y la confianza del público. Los datos sólidos no solo respaldan las afirmaciones periodísticas, sino que también ofrecen a la audiencia una comprensión más profunda y precisa de los eventos.
En este sentido la recopilación y el análisis riguroso permiten a los periodistas y medios informativos trascender a las narrativas superficiales, proporcionando contextos valiosos y perspectivas bien fundamentadas.
En un entorno saturado de información, el periodismo basado en datos actúa como un faro de integridad ofreciendo a la audiencia una base real sobre la cual construir su comprensión de los hechos.
7. Ética e integridad profesional.
Entre los desafíos fundamentales para el periodismo está la presión por la inmediatez y la primacía de la primicia sobre la verificación de los hechos en un entorno mediático diariamente impulsado por la velocidad y en el que a menudo, los comunicadores se ven tentados a publicar información antes de que la misma haya sido debidamente confirmada, lo que compromete la exactitud y la credibilidad.
La gran tarea en este sentido es adaptarse a las expectativas crecientes de las audiencias, construyendo un puente sólido entre la necesidad de información rápida y la responsabilidad de proporcionar noticias verificadas, equitativas y contextualizadas.
8. Capacitación y actualización profesional.
En un entorno mediático dinámico y en constante evolución, la capacitación y actualización profesional del personal de prensa en los medios de comunicación es pilar esencial para garantizar relevancia y calidad en la entrega de información.
Hoy es menester el manejo adecuado de la tecnología, los conceptos y las tendencias informativas, por lo que los periodistas y profesionales de los medios deben adaptarse continuamente para mantenerse al día con las últimas prácticas, herramientas y estándares éticos.
El compromiso tanto individual como de las organizaciones de medios con la capacitación y actualización profesional no solo beneficia al personal, sino que también enriquece la calidad y diversidad de la información proporcionada al público, es una responsabilidad compartida de los periodistas y sus empleadores para invertir en la mejora continua.
Hacia un periodismo de excelencia.
En el nuevo año la necesidad de un periodismo profesional, anclado en principios fundamentales de calidad, credibilidad e interés ciudadano se hace más apremiante que nunca y este llamado a la excelencia periodística no es simplemente una nostalgia por tiempos pasados, sino una respuesta a los desafíos tecnológicos, éticos y prácticos que enfrenta la profesión.
La calidad periodística debe ser el faro que guíe la labor de los profesionales de la información, las audiencias anhelan contenidos rigurosos en su verificación, contexto y presentación y es aquí donde los periodistas deben reafirmar su compromiso con la verdad, evitando sacrificar la exactitud en aras de la inmediatez. La calidad por supuesto también implica diversidad de voces y perspectivas, garantizando que la información refleje la riqueza de la sociedad a la que pretende informar.
La credibilidad, por su parte, seguirá siendo en 2024 un activo invaluable que se construye en base a un trabajo transparente y responsable, la relación de confianza entre periodistas y audiencia se refuerza cuando los profesionales admiten sus limitaciones, corrigen errores de manera proactiva y demuestran un compromiso genuino con la verdad.
En 2024 el periodismo tendrá que enfrentarse a una encrucijada definitoria, elegir entre la rapidez o la precisión, entre un periodismo desvinculado y descontextualizado, o uno comprometido con la calidad, la credibilidad y el interés ciudadano.
La gran batalla de los medios en esta nueva temporada debe enfocarse en trascender las trampas de la desinformación, reconstruir la confianza de la audiencia y cumplir con su función de verdaderos auditores sociales, la búsqueda de un periodismo profesional y centrado en la audiencia no solo es una aspiración noble, es una necesidad imperiosa para construir un futuro informativo sólido y resiliente.
Aldo Enrique Romero/Periodista y profesor universitario
